Revelamos seis cartas de 1821 y 1822 entre marinos argentino y chileno en las que se ratifica la peruanidad del pisco
Correspondencia del ministro de Guerra Bernardo Monteagudo y el director de Marina Luis de la Cruz a inicios del siglo XIX
Investigación ÍTALO SIFUENTES ALEMÁN
Está demostrado que solo se produce en el Perú desde fines del siglo XVI, por ello el pisco como bebida de origen nacional recorre 5 siglos de historia del país. Desde la Colonia al presente, casi todo se ha publicado respecto a este único aguardiente de uva de alcance mundial que apenas declarada la independencia del virreinato español empezó a figurar en el intercambio de documentos entre los patriotas de la emancipación.
Por primera vez aquí se muestran documentos oficiales en los que se observa la trascendencia y valor del pisco para la cultura y economía de la naciente república peruana. Se trata de intercambio de correspondencia referida al movimiento comercial, portuario y de embarcaciones entre Lima y la sureña localidad de Pisco, lugar de la región Ica al que le debe su nombre esta bebida de bandera nacional. En estos documentos se verá que también se menciona a Samanco, distrito de la provincia del Santa, en la norteña región Áncash.
Son documentos que forman parte de la correspondencia oficial remitida por el ministro de Guerra y Marina del Perú, el argentino Bernardo Monteagudo, a la Dirección General de Marina del Perú, dirigida por el chileno Luis de la Cruz. Son cartas de apenas 5 meses después de declarada la independencia por el general argentino José de San Martín el 28 de julio de 1821 junto a otros miles de peruanos independentistas.
Esta es una de las cartas:
“7 de diciembre de 1821. Señor: aunque no tengo conocimiento sobre la resolución de su excelencia en cuanto a ir a Huacho la goleta Estrella, pudiendo dirigirse también a Samanco después de absuelto su encargo de conducir leña, y demás que vuestro señor relaciona, dispondrá desde luego que dicha goleta verifique su viaje a Samanco con el interesante fin de traer botijas de aguardiente después que haya concluido su viaje a Huacho que debe ser de pocos días. Tengo la honra. B. Monteagudo. Señor director general de Marina, Luis de la Cruz”.
Esta otra carta se explica así:
“10 de diciembre de 1821. Señor: Quedo impuesto por la nota vuestra del 8 del corriente de haber dado a la vela en ese día la goleta estrella para Huacho, y que concluyéndose la descarga de la Prosperina irá esta a Samanco para conducir las botijas de aguardiente que tengo prevenido. Tengo la honra. B. Monteagudo. Señor director general de Marina, Luis de la Cruz”.
Tres días después fue dirigida esta otra carta por Monteagudo a Luis de la Cruz.
“13 de diciembre de 1821. Señor: Sírvase disponer que se compren los víveres que faltan para el completo de los necesarios a los 1,900 hombres que deben embarcarse según la relación que (usted) acompaña con nota del 12 del corriente, exceptuando solo el aguardiente que deberá tomarse del que hay en el Castillo de la Independencia (Real Felipe) comprado a don N. Larraín sin aguardar el que ha de venir de Samanco en la Prosperina. Para su entrega remito a usted la orden correspondiente y apertoria al teniente gobernador del Callao. Tengo la honra. B. Monteagudo. Señor director general de Marina, Luis de la Cruz”.
Esta es otra carta que data de 1821:
“18 de diciembre de 1821. Señor: Acompaño a usted el duplicado de la orden que el honorable gobernador de la plaza del Callao da sobre la entrega de aguardientes. Respecto a que el que ha de venir de Samanco no sirve por ahora para la expedición, dispondrá V.S. que la goleta Estrella antes de ir por él vaya a Chancay por la leña, emprendiendo después del regreso el viaje de aquel puerto. La Prosperina se pondrá a cargo de un comandante de toda confianza, y tendrá lista su tripulación con tres meses de víveres en disposición de dar la vela al primer aviso para un objeto interesante. Por lo que respecta al rancho de los oficiales que han de ir en la expedición no hay necesidad de hacerlo separado, y el gobierno cuidará en primera oportunidad de que se embarquen con este objeto carnes, cajones de vino, y demás artículos, que fueron necesarios. Tengo la honra. B. Monteagudo. Señor director general de Marina, Luis de la Cruz”.
Hasta aquí lo referente a diciembre de 1821. También damos cuenta de dos cartas fechadas en enero de 1822 y dirigida y recepcionada por las mismas autoridades republicanas.
En la primera se señala que:
“2 de enero de 1822. Señor: Con fecha 28 de noviembre último se previno a usted que la goleta Estrella debía dar la vela inmediatamente para Samanco, cuyo destino es con el objeto de que conduzca el aguardiente de que se ha hablado a usted en otra ocasión. Tengo la honra. B. Monteagudo. Señor director general de Marina, Luis de la Cruz”.
En la segunda carta de enero de 1822 se manifiesta que:
“5 de enero de 1822. Señor: Con esta fecha prevengo al comandante general de la División del Sur me diga si en el puerto de Pisco hay suficiente número de botijas de aguardiente para enviar un buque por ellas, y mientras viene la contestación deberá V.S. suspender la salida de la goleta Prosperina, con lo que contesto su nota del 4 del corriente. Tengo la honra. B. Monteagudo. Señor director general de Marina, Luis de la Cruz”.
Hasta aquí parte de la historia del Pisco apenas declarada la independencia del Perú.
PERÚ BICENTENARIO
Escrito por
Periodista, escritor y docente. Desde el 2009 investigador del Bicentenario. Publico noticias históricas basadas en fuentes primarias.
Publicado en
La situación educativa de las niñas peruanas hace unos 200 años. Patriotas apostaron por la igualdad